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Como Presidente del Club Romareda, creo oportuno hacer algunas aclaraciones y observaciones sobre lo que está sucediendo en torno al Club Romareda, generando más de una confusión, malestar e incluso malintencionada crítica.

1.- Desde que apareció la pandemia, hemos tratado de llevar a la práctica las disposiciones y directrices de las autoridades académicas y sanitarias propuestas por la Administración, así como las recomendaciones de Escuelas Católicas: los colegios tienen como función primaria la enseñanza-educativa y a ella deben estar supeditadas todas sus actuaciones. Cierto que lo deportivo también contribuye a esa primera función, pero el deporte debe ser gestionado para facilitar y potenciar tal función, y en el caso de esta pandemia con más razón.

2.- Nos parece injusta, hasta tendenciosa, la afirmación, vertida por algunos/as, de que Club había abandonado a los padres y a los alumnos/as en la cuestión deportiva; por eso los padres, dando por cierto tal abandono, habían tenido que buscar una salida a tal situación, como se suele decir ‘buscarse la vida’ en lo deportivo.

3.- Vemos una contradicción entre lo que dicen y hacen algunas personas: “dicen que hay que cultivar los valores del deporte, aprendiendo a guardar las formas, las normas, las decisiones de sus gestores (entrenadores, árbitros, etc.), el respeto al contrario”. Sin embargo, luego, en la práctica, ellos mismos postulan que no se haga caso a las decisiones de las autoridades académicas y sanitarias. Se pone en práctica en este caso aquel famoso dicho ‘las leyes se acatan, pero no se cumplen’; actualmente está muy en boga esto mismo en la acogida y cumplimiento de las normas. Se acepta las que nos conviene y se rechazan las que no nos gustan; y se exige a los demás lo que ellos no cumplen. ¿No es un valor asumir, aunque no gusten, ciertas decisiones de las autoridades? Extraño comportamiento: ¿dónde están los valores que, dicen, hay que cultivar?

4.- Al amainar el riesgo de contagios, nos pareció oportuno proponer y confiar la gestión del deporte del colegio al mismo club al que algunas familias recurrieron para que sus hijos/as hicieran deporte; pero vista la oferta y las condiciones que tal club proponía, la comunidad religiosa, (no la dirección del colegio), propietaria de las instalaciones del colegio, consideró que no se podían aceptar tales condiciones y propuestas.

5.- Por último, el Club Romareda, según las informaciones ya remitidas días atrás en la página Web de colegio, en su sección de deportes, ha abierto la oferta con las mismas modalidades deportivas del tiempo previo a la pandemia, incluso más; también se incluyen en tal oferta las actividades extraescolares del colegio de cursos anteriores. Ya pueden inscribirse todos aquellos que quieran continuar practicando el deporte en el colegio y las actividades extraescolares que se proponen.

Un cordial saludo a todos/as, deseándoles unas buenas vacaciones, ojalá no calurosas.

Jesús Rada Lizarbe